El director de teatro lituano Gintaras Varnas cuenta que cierta noche de verano, el 19 de agosto 1931 el poeta Federico García Lorca había reunido en su casa a un grupo de amigos para la primera lectura de su último escrito “ Así que pasen cinco años”. Al final de esta lectura concluyó éste brmeando, diciendo algo como “ ya se verá lo que será de nosotros cuando hayan pasado cinco años”. Exactamente cinco años más tarde, ese mismo día el 19 de agosto de 1936, al inicio de la guerra civil, Lorca era asesinado.
La guerra civil española captivó la atención de los intelectuales al nivel mundial: Hemingway, Malraux, Orwell, la filósofa Simone Weil, vinieron a alistarse en España. El profesor de la Universidad de New-York, Emilio Sanz de Soto comenta en “Le Monde Diplomatique”:
“Este conflicto originó una sed irreprensible de expresión literaria. La guerra de España se convirtió aun durante el conflicto mismo, en un tema novelesco en las principales literaturas occidentales.”
Los que no se alistaron, combatieron con sus plumas lo cual llevó a que algunos calificaran el conflicto civil español como “guerra de las letras”. Libros como L’Espoir de Malraux o la Ode a Franco del poeta y dramaturgo católico francés Paul Claudel representan las dos caras de la misma moneda.
Todos sabemos el final trágico de escritores como Federico García Lorca, el joven poeta Miguel Hernández o Ramiro de Maetzú. También se ha comentado mucho la posición del rector de la Universidad de Salamanca Unamuno o la posición de Ortega y Gasset. Sigue leyendo